El síndrome de Burnout es un grave trastorno que podemos desarrollar en relación a nuestro trabajo. Evoluciona y nos hace pasar de la ilusión inicial por iniciar un nuevo empleo al deseo de huir de él de forma desesperada o sentir una frustración muy grande.
El síndrome de Burnout implica directamente estar “quemado” por el trabajo, es decir, ser infeliz en donde estamos. Es una sensación de agotamiento y de frustración que puede llegar a abrumarnos. Generalmente, el Burnout se traduce en una importante reducción de la productividad en el trabajo, pérdida de la ilusión por desarrollar la jornada laboral y apatía. En casos más agudos del síndrome, éste puede derivar en trastornos psicológicos de mayor gravedad.
Es fácil identificarlo, pues es cuando se llega a un momento en el que decimos “¡Ya no puedo más!”. Cuando se ha degenerado la satisfacción laboral y la calidad de vida en el trabajo.Si ya llegaste al punto de tener el síndrome de Burnout, ¿Qué esperas para cambiarte de donde estás?, como dijo el orador Jim Rohn: “ Si no te gusta donde estás, cámbiate. Tú no eres un árbol.”
No obstante, muchas veces en cansancio puede hacernos sentir sin ánimo y con la pila baja, por lo que a continuación te dejamos algunos consejos que te ayudarán a organizarte y disminuir el estrés:
- Haz listas
Escribe todas tus actividades y labores, para que dividas tu tiempo. Poco a poco verás cómo aprovechas mejor cada minuto.
- Reflexiona sobre tus problemas
Busca la manera de solucionarlos. Quizá al principio no sea tan fácil, pero luego notarás cómo disminuyen.
- No te excedas
Aprende a decir «no» para evitar excesos de compromisos u obligaciones innecesarias que a largo plazo sólo te generan estrés y cansancio excesivo.
- No lleves el trabajo a casa
No te permitirá distraerte ni relajarte.
La decisión la tienes tú. No dejes que el estrés y algunos días malos en el trabajo, se puedan llegar a convertir en un síndrome como el de Burnout.