¿Qué haces en tu hora de comida?
Tal vez pienses que 60 o 120 minutos no son suficientes para hacer algo fructífero, pero con un poquito de planificación y una pizca de ganas, podríamos aprovechar nuestra hora de comida.
¿Cómo lograrlo?
Haciendo cosas distintas, que nos aporten algo más. Se trata de romper el ritmo tan rutinario que llevamos para distraernos y recuperar fuerzas para lo que resta de jornada.
Bien aprovechada, esa hora, hora y media, y hasta dos horas de que disponen algunas personas, puede ser la mejor opción para recuperar energía y afrontar el resto del día.
Uno de los malos hábitos que hemos adquirido es comer apresuradamente, cuando en realidad lo que debemos hacer es tomarnos el tiempo para comer de forma pausada, tranquila y consciente.
Las tres reglas básicas son:
1) Aléjate del teclado y del celular (estás descansando, no trabajando)
2) Planifica lo que harás para así aprovechar el poco tiempo que tienes.
3) Relájate y disfruta del descanso (no pienses en lo que te espera por la tarde o los muchos pendientes que te esperan en casa)
A continuación te dejamos algunas cosas (dependiendo de tu tiempo y posibilidades) que puedes realizar:
- Date un break real
Trata de no revisar tu correo, hablar o hacer algo relacionado al trabajo durante la hora de almuerzo.
- Cambia de ambiente
Evita comer al frente del escritorio o lugar habitual de trabajo.
- Come de verdad
No estamos hablando de si es sana o no (lo recomendable es que lo sea) sino que algunas personas se les pasa la hora y no comen por estar trabajando.
- Disfruta tu comida
Comer es uno de los mayores placeres de la vida, si tienes un lugar favorito o un alimento en particular, asegúrete de ir y comerlo al menos una vez a la semana. Eso si, trata de que sean comidas saludables tan a menudo como sea posible.
- Encárgate de los pendientes personales
Haz lo que no puedas hacer por la mañana o por la noche, como esos pagos que sólo pueden hacerse durante horario de oficina. “Sé estratégico y utiliza tu hora de la comida para llevar a cabo algunas de esas diligencias personales que no se pueden manejar antes o después del trabajo, o los fines de semana”, dice el experto Lynn Taylor.