Es un hecho que debido al ritmo de vida que llevamos, realmente tenemos muy poco tiempo para hacer otras actividades extracurriculares como ejercitarnos.
No obstante, si sabemos organizarnos, y tenemos la convicción de hacerlo, podemos encontrar el tiempo que creíamos no tener.
Si bien terminamos el día agotados, lo que menos apetece es acabar más agotados después de practicar actividad física en el tiempo libre. De igual forma, también resulta complicado madrugar para hacer ejercicio antes de empezar con las tareas cotidianas, por lo que la sensación de no tener tiempo para ejercitarnos parece real.
Pero una vez encontrado ese pequeño espacio en nuestra agenda, poco a poco vamos a darnos cuenta que si es posible hacer ejercicio, además, el cuerpo se acostumbra y se vuelve un hábito.Aquí te dejamos algunos consejos para lograr encontrar el tiempo para ejercitarte:
· Encontrar el ejercicio adecuado
La clave es saber elegir el deporte adecuado para cada persona, según su disponibilidad de tiempo. Una excelente opción es el running por el bajo costo que supone y la flexibilidad de horario que permite. Puede que para otras personas sea mejor natación, bicicleta, pilates o zumba. Lo más complicado es comenzar, después, seguir poco a poco, eso sí, sin prisa, se convertirá en una rutina más del día a día, como puede ser el levantarse y desayunar.
· Sal a respirar
Ya pasaste todo el día en la oficina/escuela, es hora de darte un respiro. Saca a tu mascota a pasear, o simplemente dale una vuelta al parque, o si no tienes uno cerca, a tu calle.
Un paseo de al menos 30 minutos en la mañana te ayudará a respirar aire fresco y cargar pila, o por la noche para relajarte después del trabajo.
· Diviértete con la limpieza
Hacer la limpieza no tiene por qué ser una molestia. Barrer, sacudir, lavar los platos y todas esas actividades nos obligan a estar de pie y por ende a quemar algunas calorías, así que a poner tu música favorita y deja la casa reluciente. Dos pájaros de un tiro, limpias y te ejercitas.
· Camina, camina y camina
Evita ir en auto a todos lados. Si tu trabajo u otras actividades están cerca de casa, hazlas caminando. Si no te es posible por las distancias, sal a caminar después de tu jornada de trabajo, te ayudará a relajarte y de paso, a hacer ejercicio.
· Adiós elevador
Si vives o trabajas en un edificio, opta por subir las escaleras en lugar de esperar el elevador. Eso sí, siempre y cuando no estés a más de tres pisos, pues puede resultar contraproducente.
Subir y bajar escaleras es un ejercicio excelente para piernas y glúteos. Además de que mejora la circulación y tu condición física.
El chiste, es organizarte y encontrar el tiempo que al parecer no te habías molestado en encontrar.