¿Cuánta agua tomas al día?
Cuando no bebemos la cantidad de agua suficiente, nuestro cuerpo habla y nos manda señales de que necesita ser hidratado.
Si notas alguna de las siguientes señales, es hora de tomar agua.
Sientes la boca seca
Es un síntoma mucho más evidente. No has bebido la suficiente agua y por supuesto tu cuerpo te exige beber algo, pero cuidado: las bebidas dulces, sólo proporcionan una solución temporal al problema. ¡Bebe agua simple!
Tienes la piel seca
La piel seca es uno de los primeros síntomas de la deshidratación que puede traer consecuencias mucho más serias.
La falta de agua significa también falta de sudor que se ve reflejado en la imposibilidad del organismo de limpiarse a sí mismo. Solucionar todo eso es muy simple: beber más agua.
Sientes demasiada sed
No es lo mismo que tener la boca seca. Cualquier persona que haya tenido resaca sabe cómo se siente el no poder saciarse de agua, aún después de haber bebido mucho. Escucha a tu cuerpo, el organismo sabe lo que necesita.
Sientes que tus ojos están secos
Una de las señales de escasez de agua en el organismo es tener los ojos rojos. Sin la cantidad necesaria de agua tus canales lagrimales se secan, y eso puede afectar a tus ojos, especialmente si usas lentes de contacto.
Te duelen las articulaciones
Las articulaciones y discos cartilaginosos están compuestos en un 80% por agua, y eso es necesario para que nuestros huesos no se rocen unos a otros a cada paso. Entonces… ya sabes, ¡a beber agua!
Estás enfermo más tiempo que los demás
El agua ayuda constantemente a sacar las toxinas del organismo. Tus órganos trabajan como uno solo a la hora de filtrar lo que no necesitan, pero sin agua ese mecanismo no puede funcionar correctamente.
Te sientes cansado y somnoliento
Cuando el cuerpo empieza a ”pedir prestada» agua de la sangre, la deshidratación produce falta de oxígeno en todos los órganos. La falta de oxígeno produce somnolencia y cansancio.
Sientes hambre constantemente
Un organismo deshidratado puede enviar señales de hambre. Esto sucede de repente, cuando durante el día o la noche sientes una necesidad apremiante de visitar tu refrigerador o la comida que haya cerca. Es algo de esperar, ya que la comida contiene el líquido y/o la humedad que tu cuerpo necesita.
Tienes problemas digestivos
Sin la humectación necesaria la densidad de la mucosa estomacal se reduce y eso permite que el ácido gástrico dañe tus órganos internos, lo que conlleva a lo que comúnmente llamamos acidez estomacal, indigestión o estreñimiento.
Empieza ahora mismo, bebe un vaso de agua, es mejor beber un poco más de lo absolutamente necesario que después sufrir las consecuencias. ¡Hidrátate!